Como ya he comentado, a Martin le da muchísimo miedo que un día su hijo le hable en alemán Lo bueno es que hemos pasado la fase de negación Creo que Martin sabe, aunque no lo admita, que un día su hijo le va ha decir cosas que él no va a entender, pero eso no le impide hacer todo lo que este en su mano para evitarlo. Y en este caso, todo lo que esta en su mano son "clases aceleradas de checo para bebes".
Todos los días de siete a ocho de la tarde, Martin organiza clases magistrales con diferentes temas. Los animales, las partes del cuerpo, y recientemente, formas y colores.
-Zajicek, zajiiiicek, kde je zajiiiiicek? - repite Martin incansable - y mi niño, que es el bebé más listo del mundo, apunta al conejito.
La verdad es que al principio desconfiaba del sistema, pero ha empezado a dar unos resultados asombrosos. En unos pocos días hemos pasado del conejito al cocodrilo, la jirafa, los zapatos, el elefante, el ombligo y hasta la mazorca de maíz Impresionante. Daniel sigue diciendo solo agua y autooo pero ya no me cabe ninguna duda de que a base de apuntar, podría pedir el menú del día en un chino.
En vista del éxito esta semana decidimos hacer un experimento. ¿Sería capaz Daniel de entender las mismas palabras en español? Pues si, sin clases adicionales en la lengua de Cervantes, Daniel también apunta al conejito, y para desgracia de su padre, no sólo eso, sino que también reconoce perfectamente die Hase.
Todos los días de siete a ocho de la tarde, Martin organiza clases magistrales con diferentes temas. Los animales, las partes del cuerpo, y recientemente, formas y colores.
-Zajicek, zajiiiicek, kde je zajiiiiicek? - repite Martin incansable - y mi niño, que es el bebé más listo del mundo, apunta al conejito.
La verdad es que al principio desconfiaba del sistema, pero ha empezado a dar unos resultados asombrosos. En unos pocos días hemos pasado del conejito al cocodrilo, la jirafa, los zapatos, el elefante, el ombligo y hasta la mazorca de maíz Impresionante. Daniel sigue diciendo solo agua y autooo pero ya no me cabe ninguna duda de que a base de apuntar, podría pedir el menú del día en un chino.
En vista del éxito esta semana decidimos hacer un experimento. ¿Sería capaz Daniel de entender las mismas palabras en español? Pues si, sin clases adicionales en la lengua de Cervantes, Daniel también apunta al conejito, y para desgracia de su padre, no sólo eso, sino que también reconoce perfectamente die Hase.
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