Que sí, que tener un hijo te cambia la vida. Una ya no puede pintarse las uñas tan a menudo ni llevar pendientes y collares. Se acabó el sexo a la luz del día y salir hasta las cinco de la mañana. Triste. Y hasta casi cierto. Pero el que no se consuela es porque no quiere. Aquí te doy unas cuantas razones.
-Tener un hijo te vuelve creativa
Central de Disney. Siete creativos con post-its de colores hacen un brainstorming. A alguien se le ocurre la idea de hacer una película con coches que hablan y se enamoran. Exitazo.
Salón de mi casa. Mi niño se come las lentejas mientras juega con un auto rojo y un auto azul. blablabla, dice el auto rojo, tatatata, responde el auto azul. lentejas para el auto rojo, agüita para el auto azul. Besitos para el auto rojo y el auto azul...
-Te alojas en mejores hoteles (sin sentimiento de culpa)
Ya sé que no todo el mundo verá esto como algo bueno, pero para mí, después de años de andar por el mundo observando maravillas mientras sólo podía pensar en darme una ducha, el hecho de dormir en una habitación con cerrojo en la puerta me gusta. No sé si me he vuelto pija o en realidad siempre lo he sido y sólo he salido del armario.
-Te vuelve mejor persona
Aparte de que un bebé revolcándose por el suelo y gritando es el mejor banco de ejercicios para la paciencia (y la castidad), hay un efecto colateral de ser madre del que nadie habla. Desde que Daniel llegó al mundo no puedo leer noticias sobre niños en el periódico. No sólo me afectan mucho más que antes sino que sé que llegado el caso no me importaría desangrar como a un cochino a cualquiera que le hiciera daño a una criatura. Si algún padre me lee, que sepa que esta mutación en supermamá mercenaria no es una manifestación del mal llamado instinto maternal. Martin reconoció hace poco que le pasa exactamente lo mismo. En fin, que tener un hijo puede hacer que te hagas socia de Unicef.
-Te hace aprovechar mejor tu tiempo
Sí, lo sé, desde que tienes un hijo no puedes tirarte el domingo viendo mierda en la televisión, pero reconozcamos que esto no es algo malo. Además, por lo menos yo, me he vuelto tan eficiente que me doy miedo. Tanto si es para un viaje de negocios como si es para un picnic en el parque, no me hace falta más de diez minutos para preparar una mochila. Y con una mano.
-Te ofrece una disculpa universal
¿Por qué no puedes acudir a ese evento infernal que organiza tu suegra? Porque el niño tiene piojos.
¿Se te ha pasado el cumpleaños de tu mejor amiga? El niño, que ha estado el fin de semana enfermo.
Y por supuesto, el clásico ¿quién ha roto el iPad nuevo de Martin?
-Mejora la relación con tu madre
Porque eres capaz de aguantar cualquier cosa por esas tardes en que se queda con el niño y puedes tirarte horas viendo mierda en la televisión.
-Pone a prueba tu relación de pareja (y la mejora)
Una amiga me decía que necesita una cierta dosis de drama para que su relación prospere. ¿Quieres drama? Quédate embarazada. Los ingenieros a esto lo llamamos "stress test" y cuando lo superas, sabes que no hay calcetín sucio que pueda separaros. O por lo menos esa ilusión tienes.
-Y por último, aunque sea un efecto pasajero, te crecen las tetas
-Tener un hijo te vuelve creativa
Central de Disney. Siete creativos con post-its de colores hacen un brainstorming. A alguien se le ocurre la idea de hacer una película con coches que hablan y se enamoran. Exitazo.
Salón de mi casa. Mi niño se come las lentejas mientras juega con un auto rojo y un auto azul. blablabla, dice el auto rojo, tatatata, responde el auto azul. lentejas para el auto rojo, agüita para el auto azul. Besitos para el auto rojo y el auto azul...
-Te alojas en mejores hoteles (sin sentimiento de culpa)
Ya sé que no todo el mundo verá esto como algo bueno, pero para mí, después de años de andar por el mundo observando maravillas mientras sólo podía pensar en darme una ducha, el hecho de dormir en una habitación con cerrojo en la puerta me gusta. No sé si me he vuelto pija o en realidad siempre lo he sido y sólo he salido del armario.
-Te vuelve mejor persona
Aparte de que un bebé revolcándose por el suelo y gritando es el mejor banco de ejercicios para la paciencia (y la castidad), hay un efecto colateral de ser madre del que nadie habla. Desde que Daniel llegó al mundo no puedo leer noticias sobre niños en el periódico. No sólo me afectan mucho más que antes sino que sé que llegado el caso no me importaría desangrar como a un cochino a cualquiera que le hiciera daño a una criatura. Si algún padre me lee, que sepa que esta mutación en supermamá mercenaria no es una manifestación del mal llamado instinto maternal. Martin reconoció hace poco que le pasa exactamente lo mismo. En fin, que tener un hijo puede hacer que te hagas socia de Unicef.
-Te hace aprovechar mejor tu tiempo
Sí, lo sé, desde que tienes un hijo no puedes tirarte el domingo viendo mierda en la televisión, pero reconozcamos que esto no es algo malo. Además, por lo menos yo, me he vuelto tan eficiente que me doy miedo. Tanto si es para un viaje de negocios como si es para un picnic en el parque, no me hace falta más de diez minutos para preparar una mochila. Y con una mano.
-Te ofrece una disculpa universal
¿Por qué no puedes acudir a ese evento infernal que organiza tu suegra? Porque el niño tiene piojos.
¿Se te ha pasado el cumpleaños de tu mejor amiga? El niño, que ha estado el fin de semana enfermo.
Y por supuesto, el clásico ¿quién ha roto el iPad nuevo de Martin?
-Mejora la relación con tu madre
Porque eres capaz de aguantar cualquier cosa por esas tardes en que se queda con el niño y puedes tirarte horas viendo mierda en la televisión.
-Pone a prueba tu relación de pareja (y la mejora)
Una amiga me decía que necesita una cierta dosis de drama para que su relación prospere. ¿Quieres drama? Quédate embarazada. Los ingenieros a esto lo llamamos "stress test" y cuando lo superas, sabes que no hay calcetín sucio que pueda separaros. O por lo menos esa ilusión tienes.
-Y por último, aunque sea un efecto pasajero, te crecen las tetas
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