En la primera
pantalla el objetivo es llevar al nene a la guarde antes de las nueve. A partir
de que suena el despertador a eso de las siete todo es ir superando obstáculos
y recogiendo puntos: punto si de verdad me levanto a las siete y no cedo a la
tentación de quedarme junto a mi media naranja roncando felizmente. Otro punto
si mi ritual de belleza mañanero incluye algo más que una ducha de dos minutos
y meterme y sacarme el cepillo de dientes de la boca. Punto si mi desayuno es
algo más sofisticado que comerme los restos de la manzana que le pongo a mi
hijo en la mochila, y punto si logro encontrar el bolso, las llaves y el móvil,
los cuales cambian aleatoriamente de sitio durante la noche.
Una vez he
completado estas tareas viene la épica lucha final con un monstruo al que hay
que vestir mientras corre, chilla, da patadas, y me tira la ropa a la cara, y
que tiene la bonita costumbre de cagarse justo cuando estamos a punto de salir
de casa. Punto si logro lavarle la cara sin que acabemos los dos empapados, y
punto si al salir de casa no nos damos cuenta de que tiene algún moco en el
pelo, los pantalones no le llegan a los tobillos o se nos ha olvidado la
botella del agua.
A veces las
cosas se complican aún más. Puede que el monstruito decida que tengo que pasar
la pantalla con él en brazos. O que me golpee accidentalmente en el ojo con un
coche de carreras y tenga que manipular el microondas medio tuerta para
calentar el vaso de leche que se me exige.
A pesar de todo,
normalmente consigo el objetivo con más o menos elegancia y puedo parar cinco
minutos a tomarme ese imprescindible café que ayuda a afrontar lo que venga, o
meterme en el servicio a lamentarme por haber tomado la mala decisión de
pintarme las uñas el fin de semana sabiendo que el lunes estarían ya medio descascarilladas.
Y entonces recuerdo cosas que he oído, o he leído alguna vez: "puedes
darte el exfoliante mientras te duchas" "diez minutos al día para unos glúteos
perfectos" "empezar la mañana corriendo te da energía para todo el
día" "la meditación diaria te puede cambiar la vida" "el
desayuno es la comida más importante del día" "¿Has probado a darte champú
en seco todas las manañas?" "¿No tomas copos de avena?"... y pienso…
Mi videojuego no
está pensado para nenazas
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