martes, 12 de diciembre de 2017

Libros de niñas

Gerónimo Stilton es un ratón periodista algo miedoso que viaja en el tiempo con su familia y cuyos libros fascinan a mi hijo.

Tengo que reconocer que a mi también me gustan mucho. Es imposible no cogerle cariño al prota, Gerónimo, cuyo plan favorito es quedarse en casa leyendo y comiendo queso. El resto de los personajes también se dejan querer. Su primo es un cabroncete al que le encanta cocinar (y zampar), su hermana Tea es una corresponsal siempre en busca de aventuras y su sobrino es un ratoncito adorable. También hay un ratón sabio, que es el que ha inventado la máquina del tiempo.

O sea, de cinco personajes principales cuatro son machos. Estamos tan acostumbrados a esta proporción que he leído media colección sin darme cuenta. Y desde luego, no dejaría de leer a Gerónimo por eso. Además la editorial parece querer adaptarse a los nuevos tiempos y también ofrece los libros de "El Club de Tea" en los que los personajes principales son cinco ratoncitas fabulosas, multiculti, y con pelazo de diferentes colores, para que cualquier niña pueda sentirse identificada con alguna. Porque sí, son claramente libros para niñas, con su cubierta rosa y su brilli-brilli, cosas ambas que el abuelo tuvo a bien ignorar cuando le pedí que trajera algo de Gerónimo Stilton para el monstruito trilingue.

Siendo la feminista radical que soy, no tuve el menor problema en leerle a mi hijo las aventuras de las guapas ratoncitas en Egipto, y él las escuchó encantado, porque a un niño pequeño le parece perfectamente natural una historia en la que la mayoría de personajes principales son femeninos. Al fin y al cabo está rodeado de profesoras, abuelas, médicas y policías, y la principal figura de autoridad en su vida es su señora madre, aquí presente.

El problema es que estos personajes no se hacen querer tanto como Gerónimo. Son muchas, y muy parecidas, y todas demasiado guays. Aparte de que se me haga raro leer a mi hijo cómo Colette se lava el pelo para relajarse, tuvimos que recurrir varias veces a la introducción del libro para resolver las preguntas del retoño "¿Quién es Pam, mamá?" "La de los rizos" "¿y Violet?" "La china". Pamela, además, es la mecánica, y Violet la intelectual pero es que con cinco personajes en la misma aventura, apenas da tiempo a que una utilice la llave inglesa y otra consulte algún libro.

En fin, que el spin-off está cargado de buenas intenciones pero a mí me ha decepcionado. Eso no quita que a mi hijo le haya gustado mucho, y a mi hija seguro que le encantará, porque se sentirá identificada con una u otra de las ratoncitas. Y me parece muy bien que lea libros así. Las niñas de hoy en día (menos mal) ya no tienen que limitarse a las historias de princesas que esperan y esperan en sus torres a que las cosas les pasen por ser hijas de quien son. Pero ¿por qué las aventuras que viven las chicas están escritas en libros "especiales" para niñas? Al final vamos a tener una generación de mujeres convencidas de que es natural realizar los mismos trabajos que los hombres y recibir el mismo salario por ello, y una generación de hombres a los que nadie ha informado de tal cosa. Y eso es mentir a nuestros hijos de la misma manera que nos mintieron a nosotras cuando nos dijeron que teníamos que querer ser princesas y que las cosas de niña son las que vienen en paquetes de color rosa. (¿se imaginan que las cosas para negros vinieran en envoltorios negros?).

La historia que yo querría leerles a mis hijos es la de una ratona periodista a la que le encanta sentarse en el sofá y sorber batidos de Gorgonzola, que viaja con su prima gordoncha, su hermano aventurero y su sobrinita adorable en la maquina del tiempo que ha inventado una sabia un poco chiflada. Y a quien se le haga extraña una historia así quizá debería fijarse más en los nombres que firman los artículos de los periódicos y las revistas científicas. Un mundo en el que sólo los hombres son periodistas, científicos, y viven aventuras, es tan fantástico como el cuento en el que un caballero trepa por el pelo de una chica a la que acaba de conocer para rescatarla de una torre.