lunes, 24 de agosto de 2015

Ausländer, Gastarbeiter, expats y demás

La semana pasada, en el cumpleaños de un amiguito de la guarde de Daniel, mi media naranja me llamó la atención sobre una pegatina que los padres tenían en el salón. Al parecer decía algo así como “Ausländer-rein, wir sagen nein”. Teniendo en cuenta que es una pareja encantadora, y que en la fiesta había entre 3 y cinco extranjeros dependiendo de cómo de nazis nos pongamos en la definición, estoy segura de que hay un contexto que no entendimos:

-O bien mi marido leyó mal la frase, o no la leyó entera
-O bien se trataba de un texto irónico cuyo verdadero significado se nos escapó
-O tiene el mismo sentido que las revistas de los testigos de Jehová que yo acumulo por casa para echarme unas risas de vez en cuando

Si realmente esos padres están en contra de los extranjeros, lo primero que tendrían que hacer es sacar a su hijo de la guardería, porque allí somos una plaga. En un grupo de ocho niños son cuatro los  hijos de alguien que no ha nacido en Alemania. Y hay un quinto con el que voy a hacer una atrevida generalización y asumir que sus padres tampoco han nacido aquí basándome en que son los dos bastante morenos y la madre lleva un pañuelo en la cabeza (no lo hagáis en casa, niños, esto se llama racismo).

Claro que los padres de esta guardería somos lo que he oído llamar “inmigrantes buenos”. El inmigrante "malo" sería aquel que no se quiere integrar en la cultura de Baviera, por ejemplo, no es católico, no habla alemán, se relaciona mayormente con gente de su país… Y un inmigrante bueno es lo mismo, pero con pelas.

Parece ser que últimamente la gente está bastante asustada con el tema de la inmigración. Y no hablo de los cuatro tarados que se pasean por Núremberg de vez en cuando para sofoco del alcalde (Porque si eres alcalde de Núremberg hay una cosa, y una sóla que no quieres volver a oír: “Vaya, otra vez retraso en el metro por culpa del desfile nazi”). Hablo de gente que jamás se llamaría a sí mismo racista, pero que en un momento dado te obsequia con alguna perla como que "los negros son menos inteligentes" o conversaciones de este tipo:
-Me parece injusto que las escuelas manden tanto trabajo para casa. ¿Qué pasa con las que no hablamos alemán? Es una desventaja terrible.
-Bueno, si uno viene a Alemania tiene que aprender el idioma, ¿no?
-Pero los críos no tienen la culpa, ellos están aprendiendo alemán. ¿No debería la escuela ofrecer las mismas oportunidades a todos los niños independientemente de quién sean sus padres?
-Nadie les obliga a venir

Yo entiendo que el tema inmigración se ha vuelto extremadamente confuso. Que se lo pregunten a mi madre, a quien Dios le ha dado en gracia dos yernos guiris y desde que tiene novio sirio ha pasado de “los moros son terroristas” a “el islam es una religión de paz”. Cualquiera que trabaje en una empresa internacional en algún momento va a tener un jefe indio, un colega rumano, o una secretaria neozelandesa. Ser abiertamente racista en esta época en que vivimos está feo. Y en el peor de los casos te puede costar el puesto de trabajo. Por eso ahora (más bien tarde) las empresas insisten en crear trainings para que la gente se acostumbre a trabajar con otras culturas. Increíbles, los trainings, por cierto: “Caso de estudio: John performs a tea ceremony to his Japanese clients. Clients are not pleased”.

Así que si uno quiere decir nein a los Ausländer tiene que acotar bien el grupo al que se refiere, como una profa mía de alemán.
-Gastarbeiter es una palabra en desuso, yo no os veo a ninguno de vosotros como Gastarbeiter
Y con razón, señorita, puesto que en este curso da la casualidad de que sólo tenemos ciudadanos de la Unión Europea. O sea, que estamos hablando de gente que ejerce su derecho de libertad de movimiento en los países miembros de la UE. (Sí, griegos incluidos). De “Gaste” nada. Vaya, que cuando uno está en su casa no necesita invitación.

Quizá lo de Asländer entonces va por los ciudadanos de fuera de la Unión, pero eso sigue siendo un poco confuso. ¿Es la turka de la peluquería dónde voy a hacerme las cejas más Ausländer que yo? Para empezar lo más probable es que haya nacido aquí. Desde luego, no sé si tiene acento, pero habla alemán mejor de lo que yo nunca lo haré. Parece razonable pensar que tener la nacionalidad alemana te excluye del grupo de “Ausländer” pero sospecho que para uno de esos que echan de menos desfiles militares en Núremberg no es el caso.

¿Y los extra comunitarios que trabajan en Siemens o Adidas? Lo que pasa con esos es que se les considera parte de los “buenos”. A los inmigrantes “buenos” a menudo se nos llama expats, pero yo normalmente reservo ese término para el afortunado hijo de… al que su empresa ha obligado a mudarse y recibe por tanto prebendas como un piso gratis y dietas de desplazamiento. Nosotros, desgraciadamente, no somos expats.

He oído el término “migrant” para referirse a la gente que se desplaza por gusto más que por necesidad, pero esta definición se queda un poco pobre. ¿Dónde exactamente ponemos la línea? Los únicos que se desplazan por absoluta necesidad son los refugiados, y por puro gusto los turistas. Y ¿puede el argumento “escuche, señor neonazi, que yo estoy aquí por gusto” salvarte de una paliza?

Con esto yo agradecería a quien tenga algo en contra de los extranjeros, se posicione en una situación algo más clara que la que deja entrever “Ausländer nein” y me explique a quién o qué exactamente se refiere. Por ejemplo “Wir sagen nein a la gente de cultura/religión diferente a la nuestra con pocos recursos económicos, independientemente de su nacionalidad y dominio de la lengua local, a no ser que esta persona esté relacionada conmigo en algún sentido, como puede ser trabajar de cocinero en mi Kebab favorito”. O bien “Wir sagen nein a una política de inmigración laxa que facilita la llegada de refugiados, aunque soy plenamente consciente de que mi hostilidad expresada en un medio gráfico difícilmente va a motivar a una familia a volver a un país en guerra”. O "Wir sagen nein al concepto de la UE en general, que permite el libre movimiento de ciudadanos en Europa aunque una eventual ruptura de la Unión sería para mi país el equivalente económico a dispararse en el pie y luego tratarse la herida con homeopatía".

No sé si es mucho texto para una pegatina, pero lo veo imprescindible. Si no, te arriesgas a que alguien te tome por un racista. Y eso, como digo, hoy en día está muy feo.

3 comentarios:

  1. Creo que la pegatinita dichosa ( acabo de comprobar en el señor Google que efectivamente existe y de hecho de venden un paquete de 25 por un euro) iba más por el tema de la ola de refugiados que está llegando a Alemania de diferentes países. Creo que lo que puede molestar a la gente, al menos me molesta a mí es que el estado alemán tarde tanto en resolver cada expediente. Puede tardar hasta 5 años o más hasta que se decida si la persona en cuestión es de verdad refugiada o no. Conozco un caso de 2 mujeres rusas que se hicieron pasar por chechenas para acogerse al régimen de refugiados. Finalmente las mandaron de vuelta a casa,pero y todo el dinero que se gastó el estado en mantenerlas? Ya no digo el alojamiento y comida, sino incluso el dinero de bolsillo! Estuvieron años chupando del bote. Otro caso más reciente fue de una parejita chechena a la que hice de intérprete en urgencias infantiles el otro día. Venían porque a su hija de unos 2 años le dio "fiebre" (37 grados) y ya que la nena también estaba con un poco de moquillos, pues fueron a urgencias. Sin ningún tipo de seguro ni nada claro. La pediatra que les atendió se quedó bastante sorprendida que por una cosa así habían ido a urgencias. Lo que me molestó es que la parejita en cuestión que eran ambos veinteañeros llevaban cada uno un pedazo de móvil que una persona necesitada no se podría permitir. Qué leches, ni yo que trabajo! Son dos experiencias personales que a mi me hacen dudar de la eficacia burocrática en el tema de refugiados. Aunque también entiendo que cuando llega uno , lo prioritario es salvar su vida. Y claro, no se ponen primero a comprobar que de verdad la persona en cuestión corra peligro...

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  2. Gracias por el comentario, aunque sea demasiado largo para una pegatina :D

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  3. Diría que se puede resumir en "Sin pelas nein, que bastante con que nos tenemos que comer a los alemano-rusos repatriados".
    Y si, por casualidades del azar genético, además de tener para comer te sale la descendencia rubita, les parece hasta adorablemente exótico. Supongo que siempre que no te de por taparle la rubia cabellera con un pañuelo, claro.

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