jueves, 2 de enero de 2014

Traducción imposible

http://www.youtube.com/watch?v=kfh-P7-tV70

Campofrío sabe que para sacarle las lagrimas a un expatriado, sólo hace falta enseñarle una barra de salchichón. Y lo hace bien. Con ese puntito chusco tan español. Ser español mola, porque nos tocamos mucho y hablamos a gritos. Es cómico sentirse orgulloso de algo así, sobre todo porque cuando se trata de despreciar el espacio personal los ibéricos no somos ni mucho menos los campeones.

Pero no es eso lo que me molesta del anuncio. Me molesta ese dar a entender que ser español mola, porque no somos como esos europeos desaboríos del norte. Aquí, como entiende el lector, me están tocando a la familia. Algo de razón tiene, claro está. Los checos, sin ir más lejos, no suelen salir hasta las cinco de la mañana. Están cansados porque durante el día se han escalado una montaña y después se han construido unos muebles de jardín con cuatro ramas que encontraron por ahí. Los alemanes no te dan besitos ni tienen tanta sal, pero si el empleado de DHL te dice que tu paquete llega el jueves, llega el jueves. Y en ciertas ocasiones, esto es preferible a que te llamen bonita y hermosa en Correos. Espero que no me tachen de antiespañola por elegir la puntualidad del metro en Núremberg, a los achuchones cariñosos en hora punta en Chamartín, y admitir no echar de menos (excepto en casos extremos) el oír todo sobre las operaciones de juanete de las señoras que se te cuelan, salerosas ellas, en la cola del súper, para comprar los ingredientes de esa cena para tres en la que comen quince.

Que uno ame lo suyo es normal. El mejor ejemplo es el pan. No existe un pan mejor que el que se come en tu casa. Cuando uno se va fuera, lo primero que echa de menos es su pan. Pero hay que ser ciego, o un paleto sin remedio, para pensar que no hay nada en el mundo comparable a una barra de Riche.
¿Y qué decir del vino? Nombre usted un vino mejor que el francés. El Ribera de Duero, claro está. Ahora bien, si pregunta a un grupo de Erasmus se enterará de que el vino de Moravia, el de Eslovenia, el de California, y el Rumano entre otros muchos también son los mejores del mundo.

Lo siento mucho Chus, pero claro que cuando te vas te haces. Cada ciudad, cada país en el que vives te cambia, te mejora, te moldea. Viajar es perfeccionarte. Viajar es añadir extras al equipamiento de serie. Viajar es echar de menos. No sólo lo tuyo, sino lo de los demás, que has hecho tuyo. La mejor pizzería del mundo, que resulta que está en Valladolid, y  el olor del mar, que no llega a Castilla. La mierda que ponen en la tele española y ese cine de Praga con veinte butacas, que proyecta películas culturetas en las que te ríes a destiempo porque no entiendes el humor finlandés. Las pescaderías aquí y los mercados de los sábados de allí. Salir de tapas, e ir al trabajo en bici. Y sobre todo los amigos, gracias a los cuales ahora sabes localizar Serbia en un mapa.

Es razonable pensar que mi hijo no crecerá gritando al hablar y espero que no se le considere menos español por ello. Al fin y al cabo, que te gusten los pretzels no es incompatible con que se te caigan las lágrimas delante de un plato de lentejas. Incluso a veces, lo que haces tuyo es más tuyo, porque te lo has ganado. Cuando un checo logra memorizar "Abadía Retuerta" se merece que le llamen caballero en el bar y le inviten a una partida de mus.

Queridos expatriados, deseo que el 2014 os traiga todo lo que echáis de menos. Y que nunca dejemos de descubrir cosas nuevas, por mucho que las echemos de menos después.
 

2 comentarios:

  1. Tengo una anécdota navideña sobre lo españolísimos que son algunos españoles. Resulta que tomé Iberia para volver, como gran gesto nacional. Me tomé un aquarius, la bebida nacional (Coca cola no la vende ni envasa en ningún otro lugar) Y al ver la facturilla veo un "UK Merchant code" en vez de un NIF, y una mención de "TVA included" sin mostrar el montante del IVA. Esto quiere decir que Iberia ha contratado a Dooh Nibor como asesor fiscal, alguien especializado en robar a los pobres para dárselo a los ricos. Iberia ha decidio que los bares de abordo han de tributar al tesoro del Reino Unido de Inglaterra, Escocia e Irlanda para pagar a la mejor marina postcolonial de Europa en vez de pagar hospitales y escuelas a piojosos y vagos españoles. Sí, por un lado está la publicidad y campañas patrioteras. Por el otro cuando usted se encuentra en espacio aereo venezolano en un vuelo Madrid Quito, o sobrevuela las baleares camino a Roma rodeado de asalariados españoles y en una nave Airbus usted le paga el sidol y la chacha pakistaní que le hacen brillar las joyotas a la reina Elisabeth. Al fin y al cabo a nuestros reyes los caprichos y las prostitutas se los pagan conseguidores Libano-árabes, así que lo comido por lo servido.

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  2. Cuanta razón tienes Nata. El hogar, η πατρίδα, die Heimat... la llevamos puesta y se compone de retazos que se superponen muy dentro de nosotros, y que se sienten con mayor o menor intensidad, según de cercanos o lejanos, en el tiempo y el espacio nos sintamos de esos valores.

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