martes, 11 de marzo de 2014

A veces fantaseo con que mi vida es un videojuego

En la primera pantalla el objetivo es llevar al nene a la guarde antes de las nueve. A partir de que suena el despertador a eso de las siete todo es ir superando obstáculos y recogiendo puntos: punto si de verdad me levanto a las siete y no cedo a la tentación de quedarme junto a mi media naranja roncando felizmente. Otro punto si mi ritual de belleza mañanero incluye algo más que una ducha de dos minutos y meterme y sacarme el cepillo de dientes de la boca. Punto si mi desayuno es algo más sofisticado que comerme los restos de la manzana que le pongo a mi hijo en la mochila, y punto si logro encontrar el bolso, las llaves y el móvil, los cuales cambian aleatoriamente de sitio durante la noche.

Una vez he completado estas tareas viene la épica lucha final con un monstruo al que hay que vestir mientras corre, chilla, da patadas, y me tira la ropa a la cara, y que tiene la bonita costumbre de cagarse justo cuando estamos a punto de salir de casa. Punto si logro lavarle la cara sin que acabemos los dos empapados, y punto si al salir de casa no nos damos cuenta de que tiene algún moco en el pelo, los pantalones no le llegan a los tobillos o se nos ha olvidado la botella del agua.

A veces las cosas se complican aún más. Puede que el monstruito decida que tengo que pasar la pantalla con él en brazos. O que me golpee accidentalmente en el ojo con un coche de carreras y tenga que manipular el microondas medio tuerta para calentar el vaso de leche que se me exige.

A pesar de todo, normalmente consigo el objetivo con más o menos elegancia y puedo parar cinco minutos a tomarme ese imprescindible café que ayuda a afrontar lo que venga, o meterme en el servicio a lamentarme por haber tomado la mala decisión de pintarme las uñas el fin de semana sabiendo que el lunes estarían ya medio descascarilladas. Y entonces recuerdo cosas que he oído, o he leído alguna vez: "puedes darte el exfoliante mientras te duchas"  "diez minutos al día para unos glúteos perfectos" "empezar la mañana corriendo te da energía para todo el día" "la meditación diaria te puede cambiar la vida" "el desayuno es la comida más importante del día" "¿Has probado a darte champú en seco todas las manañas?" "¿No tomas copos de avena?"... y pienso…


Mi videojuego no está pensado para nenazas

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