jueves, 5 de marzo de 2015

Los segundos

El embrión se me ha hecho feto en un tris, y apenas me ha dado tiempo a escribir un post sobre el asunto. Pobres segundas criaturas. Empiezo a entender que vienen al mundo rodeados de la más total indiferencia.

Ayer enseñamos una ecografía al peque. "Mamá tiene un bebé en la barriga". Daniel cogió la foto con las dos manos, la valoró unos segundos, luego me miró la barriga, arrugó la nariz y dijo riéndose "¡No! ¡Es mentira!", dejó la ecografía en la mesa y se fue a jugar.

El que debería ser mi compañero de embarazo se olvida constantemente de mi estado. Mi propia madre me pregunta está mañana que porqué voy al médico. A quitarme un juanete, mamá ¿tú qué crees?

Se supone que cuando te quedas embarazada tienes nueve meses para hacerte a la idea de lo que está pasando. Yo llevo tres y como no tengo tiempo ni para náuseas, nada me lo recuerda. De vez en cuando me pregunto delante del frigorífico, ¿por qué era que yo no podía comer jamón?

Así que cuando ayer vi en la ecografía un feto de cinco centímetros moviendo sus dos brazos y dos piernas como loco por una vez mi instinto maternal supo perfectamente lo que me quería decir:
Ha llegado la hora de dejar el café.

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