lunes, 30 de abril de 2018

Querido colegio

Querido colegio,

No he podido dejar de observar que las cartas y otras comunicaciones que recibimos vienen generalmente dirigidas a mi. Parece que dirigir las cartas a la madre en lugar de al padre o a la familia es lo usual en esta escuela, y tengo que decir que me sorprende y me pregunto el motivo.

No quiero que piensen que me preocupan más las formas de las cartas que su contenido. Para mí, como para su padre, la educación de nuestro hijo es lo primero. Pero precisamente, parte de esa educación es aprender el lugar que hombres y mujeres tienen en la sociedad. Creo que el hombre o mujer que nuestros hijos serán en un futuro tiene mucho que ver con las expectativas y estereotipos que se les imponen desde su familia y desde la escuela.

En mi familia pensamos que no hay ningún motivo para que la responsabilidad del cuidado y la educación de los niños tenga que recaer en la madre. Su padre y yo no creemos que haya tareas, aptitudes, actitudes o colores específicamente femeninos o masculinos y entendemos que cada ser humano es libre de desarrollarse sin este tipo de limitaciones.

Puesto que los niños tienen que convivir con opiniones diversas sobre qué pueden o no pueden hacer en función de su género, en casa ponemos un cuidado especial en no perpetuar estereotipos. Tratamos a mi hija y a mi hijo de manera idéntica, procuramos no caer en tópicos (mamá limpia, papá trabaja, el rosa y las muñecas son para las niñas...), y cuestionamos a mi hijo si viene diciendo cosas como "a las chicas les gustan las princesas". "¿Tú crees? ¿A los chicos no les pueden gustar las princesas? ".

En lo que respecta a la convivencia con otras culturas seguimos el mismo principio, que me parece evidente. Sería absurdo pensar que a mi hijo, por ser español, le va a gustar el fútbol. No es el caso. La orientación sexual, las discapacidades, etc, no deben ser una razón de discriminación.

Espero y deseo que el ideario de la escuela esté de acuerdo con las ideas que he intentado describir en estos párrafos. Si no es así estaría interesada en saberlo, puesto que es importante para mi que mi hijo se eduque en valores de igualdad y tolerancia.

Y si, por el contrario, están de acuerdo conmigo, les agradecería que intentaran poner cuidado también en las pequeñas cosas, como a quién se dirigen en la correspondencia. Nuestros hijos están en una edad en la que nada se les escapa, y nosotros, educadores y padres, tenemos la oportunidad de librarles de los prejuicios con los que nosotros, por desgracia, hemos tenido que convivir y contra los que ahora tenemos que luchar.

Un saludo




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