viernes, 19 de abril de 2013

Gruñidos y muletillas


Daniel está en esa fase en la que te mira a los ojos, y serio como un señor te cuenta todo lo que tiene en mente. Suena así:

Aujajechusisasotatatataautoautoautoauchgrudodadadadadaaauto... tak!

Cuando uno intenta hacer ingeniería inversa para decodificar el archivo de audio se identifican primero varias instancias de, como no podía ser de otra manera, la palabra auto. Después hay palabras que, si no son alemanas, desde luego suenan como si lo fueran. A veces uno reconoce alguna cosa de dos sílabas tipo tato (tractor), tata o teta... Fascinante, ¿verdad? Es el tipo de cosa que las madres te pueden describir hiperexcitadas hasta que les bostezas en la cara. La única diferencia entre madre y madre es la pericia a la hora de imitar los gruñidos del retoño.

Lo que a mi me fascina en particular es ese tak!, una especie de "entonces" en checo, que Daniel utiliza con toda la gracia del mundo cuando procede a cambiar de juguete, cuando ha completado alguna maldad, o cuando hace una pausa entre historia e historia. El cómo ha aprendido el uso y manejo de la muletilla antes de aprender a subirse los pantalones no lo sé, pero creo que está relacionado con eso que hacen los niños de imitar en especial las cosas más peregrinas. Puede que estés comiendo y contándole a tu marido lo cabrón que es un compañero del trabajo, y cuando te vuelves hacia Dani resulta que está moviendo la cabeza y las manos y diciendo "blablablablajajajaaablablablajajaaaa" como un italiano que se hubiera comido unas pastis. Sí, parece que cuando me cabreo soy como un italiano que se ha comido unas pastis. Graciosísimo.

Cuando Dani imita a Martin, sin embargo, es inquietante. No sé si he mencionado alguna vez que Daniel es una versión diminuta de su padre, todo ojos azules, piernas largas y barriguita. Es una de esas paternidades que no se pueden negar sin sacarse de la manga un hermano gemelo. Y aún sabiendo esto, una experiencia que no esperaba de la maternidad es levantarme por las mañanas y ver una miniatura de mi marido vestido con ropa postcomunista (la abuela...) irse al baño, poner las dos manos en el inodoro, meter la cabeza en la taza, hacer grrrr grrrr grrrr, escupir y salir satisfecho... tak! 

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